Adrián Gas (Ibiza, 1984) cuenta con un impresionante currículum como bailarín, coreógrafo y actor, que incluye colaboraciones con Leona Lewis, Michael Bublé o Kylie Minogue. A su experiencia suma haber compartido escenario con Take That este verano durante su gira ´Progress Tour 2011´. Su próximo gran proyecto: la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
LAURA FERRER ARAMBARRI | IBIZA Hijo de Sandy Plant, responsable de Estudio Capricorn, Gas ha trabajado en importantes proyectos como asistente de coreógrafo en el musical ´Daddy Cool´ en Londres, como bailarín y coreógrafo en anuncios publicitarios de marcas como Burger King, Marks & Spencers, Nokia o Vodafone e incluso ha participado en una película de Bollywood. Actuar varias noches ante 90.000 personas en Wembley con Take That está entre sus experiencias más intensas.
–¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar con Take That?
–Llevo trabajando con Kim Gavin, director creativo y coreógrafo de Take That, desde hace unos cincos años en muchos proyectos de televisión, teatro y giras. Esta es mi segunda gira con Take That.
–Durante los conciertos¿tuvo contacto personal con los cinco componentes del grupo? ¿Son accesibles, excéntricos…?
–Conozco a los cuatro chicos [Gary Barlow, Mark Owen, Jason Orange y Howard Donald] desde hace ya unos años y la verdad es que son gente con la que da gusto trabajar. Robbie [Williams] era el único al que no conocía antes de esta gira y tenía mis dudas de como sería, pero se interesa por ti desde el primer día y se asegura siempre de desearte buena suerte antes de cada espectáculo. Tiene una energía increíble, antes y durante el espectáculo. Cuando tiene tiempo siempre viene a vernos por si nos apetece una pachanga durante el día. La verdad es que son personas muy amables y se preocupan por su gente. Llevan en este mundillo muchos años, entienden cómo funciona y saben llevarlo muy bien. Siempre es una alegría volver a verlos.
–Creo que han sido nada menos que 36 conciertos.
–Empezamos los ensayos para la gira a principios de abril y los conciertos comenzaron a final de mayo hasta final de julio. Hicimos unos 40 conciertos. Solo uno de ellos se tuvo que cancelar por indisposición de Robbie, lo que fue una lástima ya que Take That nunca había cancelado un bolo.
–¿Es el trabajo más importante en el que ha estado involucrado o está al nivel de otros como el musical ´Daddy Cool´?
–La verdad es que he tenido mucha suerte en mi carrera profesional. He podido tomar parte en muchos proyectos con los que soñaba cuando era pequeño. Cada proyecto te satisface. Unos por los artistas con los que trabajas, como Take That, Leona Lewis, Michael Bublé, Kylie Minogue o Anastacia y otros por los sitios a los que tienes que viajar como Miami o Dubai. ¡Se te pone la piel de gallina cuando tienes a 90.000 personas gritando frente a ti! Cada trabajo es un mundo diferente y nunca te aburres, no creo que haya un solo proyecto que pueda destacar en mi carrera, cada uno tiene su valor.
–El escenario del concierto empleaba un robot gigante y un muro de agua. ¿Cuál fue su papel en las coreografías? ¿Eran especialmente complicadas?
–La verdad es que es, sin duda, el escenario más complejo en el que he trabajado. Era increíble. El muro de agua arrancaba cuando introducían su nuevo álbum (´Progress´) con la canción ´The Flood´. Todo el equipo de artistas estábamos colgados de un arnés y ejecutábamos las coreografías suspendidos en el aire, contra la pared del escenario, mientras el agua caía entre nosotros. Tuvimos la oportunidad de aprender modalidades aéreas para la gira. Al principio fue difícil, ya que producía un poco de vértigo, pero después disfrutas con esas increíbles vistas desde ahí arriba en todos los estadios en los que actuábamos. En la canción ´Shine´ todo el escenario se convertía en una especie de ´Alicia en el país de las maravillas´ en el que cada uno tenía su propio personaje. Esto hizo que fuera un número muy complicado, ya que no estábamos dispuestos de manera coordinada. Siempre me ha gustado meterme en el papel de un personaje.
–¿Qué proyectos le esperan?
–Ahora tengo en el horizonte varios proyectos, la semana que viene voy a París para coreografiar un vídeo musical de una artista francesa y, al volver, tengo unos proyectos televisivos con artistas británicos, pero la verdad es que tengo ganas de que empiece el año que viene, ya que voy a formar parte de la ceremonia de clausura de las Olimpiadas de Londres 2012. Más adelante conoceré más datos sobre ese tema, cuando sepa exactamente lo que haré. Estoy pendiente de varias reuniones.
–Reside en Londres desde 2000 ¿Cómo le ha acogido la capital británica? ¿Añora Ibiza? ¿Se ve muchos años más fuera de España?
–Llevo en Londres desde el año 2000, salvo el año que regresé a Madrid para trabajar en ´Un Paso Adelante´. La verdad es que Londres es precioso. Es una ciudad en la que vivir es un placer. La gente suele quejarse mucho del frío y la lluvia, pero el trabajo y mi vida me tienen demasiado ocupado como para preocuparme del tiempo. Por supuesto que añoro Ibiza pero sé que siempre esta ahí. Es un placer poder volver a casa para pasar tiempo con la familia, los amigos y volver al Estudio Capricorn, mi casa, un lugar donde poder enseñar a todos los estudiantes lo que voy aprendiendo por el mundo del baile y así potenciar el arte entre la juventud ibicenca.
–¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar con Take That?
–Llevo trabajando con Kim Gavin, director creativo y coreógrafo de Take That, desde hace unos cincos años en muchos proyectos de televisión, teatro y giras. Esta es mi segunda gira con Take That.
–Durante los conciertos¿tuvo contacto personal con los cinco componentes del grupo? ¿Son accesibles, excéntricos…?
–Conozco a los cuatro chicos [Gary Barlow, Mark Owen, Jason Orange y Howard Donald] desde hace ya unos años y la verdad es que son gente con la que da gusto trabajar. Robbie [Williams] era el único al que no conocía antes de esta gira y tenía mis dudas de como sería, pero se interesa por ti desde el primer día y se asegura siempre de desearte buena suerte antes de cada espectáculo. Tiene una energía increíble, antes y durante el espectáculo. Cuando tiene tiempo siempre viene a vernos por si nos apetece una pachanga durante el día. La verdad es que son personas muy amables y se preocupan por su gente. Llevan en este mundillo muchos años, entienden cómo funciona y saben llevarlo muy bien. Siempre es una alegría volver a verlos.
–Creo que han sido nada menos que 36 conciertos.
–Empezamos los ensayos para la gira a principios de abril y los conciertos comenzaron a final de mayo hasta final de julio. Hicimos unos 40 conciertos. Solo uno de ellos se tuvo que cancelar por indisposición de Robbie, lo que fue una lástima ya que Take That nunca había cancelado un bolo.
–¿Es el trabajo más importante en el que ha estado involucrado o está al nivel de otros como el musical ´Daddy Cool´?
–La verdad es que he tenido mucha suerte en mi carrera profesional. He podido tomar parte en muchos proyectos con los que soñaba cuando era pequeño. Cada proyecto te satisface. Unos por los artistas con los que trabajas, como Take That, Leona Lewis, Michael Bublé, Kylie Minogue o Anastacia y otros por los sitios a los que tienes que viajar como Miami o Dubai. ¡Se te pone la piel de gallina cuando tienes a 90.000 personas gritando frente a ti! Cada trabajo es un mundo diferente y nunca te aburres, no creo que haya un solo proyecto que pueda destacar en mi carrera, cada uno tiene su valor.
–El escenario del concierto empleaba un robot gigante y un muro de agua. ¿Cuál fue su papel en las coreografías? ¿Eran especialmente complicadas?
–La verdad es que es, sin duda, el escenario más complejo en el que he trabajado. Era increíble. El muro de agua arrancaba cuando introducían su nuevo álbum (´Progress´) con la canción ´The Flood´. Todo el equipo de artistas estábamos colgados de un arnés y ejecutábamos las coreografías suspendidos en el aire, contra la pared del escenario, mientras el agua caía entre nosotros. Tuvimos la oportunidad de aprender modalidades aéreas para la gira. Al principio fue difícil, ya que producía un poco de vértigo, pero después disfrutas con esas increíbles vistas desde ahí arriba en todos los estadios en los que actuábamos. En la canción ´Shine´ todo el escenario se convertía en una especie de ´Alicia en el país de las maravillas´ en el que cada uno tenía su propio personaje. Esto hizo que fuera un número muy complicado, ya que no estábamos dispuestos de manera coordinada. Siempre me ha gustado meterme en el papel de un personaje.
–¿Qué proyectos le esperan?
–Ahora tengo en el horizonte varios proyectos, la semana que viene voy a París para coreografiar un vídeo musical de una artista francesa y, al volver, tengo unos proyectos televisivos con artistas británicos, pero la verdad es que tengo ganas de que empiece el año que viene, ya que voy a formar parte de la ceremonia de clausura de las Olimpiadas de Londres 2012. Más adelante conoceré más datos sobre ese tema, cuando sepa exactamente lo que haré. Estoy pendiente de varias reuniones.
–Reside en Londres desde 2000 ¿Cómo le ha acogido la capital británica? ¿Añora Ibiza? ¿Se ve muchos años más fuera de España?
–Llevo en Londres desde el año 2000, salvo el año que regresé a Madrid para trabajar en ´Un Paso Adelante´. La verdad es que Londres es precioso. Es una ciudad en la que vivir es un placer. La gente suele quejarse mucho del frío y la lluvia, pero el trabajo y mi vida me tienen demasiado ocupado como para preocuparme del tiempo. Por supuesto que añoro Ibiza pero sé que siempre esta ahí. Es un placer poder volver a casa para pasar tiempo con la familia, los amigos y volver al Estudio Capricorn, mi casa, un lugar donde poder enseñar a todos los estudiantes lo que voy aprendiendo por el mundo del baile y así potenciar el arte entre la juventud ibicenca.